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Balanceada,
saludable y
deliciosa

 

Es totalmente natural que a la hora de comer carnes rojas la primera fijación que tengamos sea encontrarnos con una carne dorada, humeante, suave, sabrosa y jugosa que no sólo saciará nuestro apetito, también nos llenará el alma, nos reconfortará y seguramente la suma de todo esto, termine dando por resultado el tan anhelado “placer”. Así funcionamos. Sin embargo, detrás de cada bocado nos estamos alimentando y en definitiva, eso termina siendo lo más importante. El efímero deseo, puede hacernos olvidar por momentos, lo importante que es comer saludablemente.

En esta nota quiero dejarte algunas consideraciones importantes para que puedas conocer y valorar aún más el potencial que tienen las carnes, entiendas su verdadero valor como alimento y sepas como mejor utilizarlas en tus próximas preparaciones. Estoy seguro que mucha de esta información te sorprenderá y la necesitarás.

Antes que nada, quiero que sepas que las “carnes rojas” te proporcionan gran parte de lo que tu cuerpo necesita para rendir al máximo y lo fácil que resulta combinarlas ya sea con frutas, verduras, granos integrales, lo que hace que te sea más fácil poder disfrutar de una dieta balanceada, saludable y deliciosa.

Cerdo

¿Sabías que la carne de cerdo de los Estados Unidos tiene hoy aproximadamente un 16% menos de grasa y un 27% menos de grasa saturada en comparación con hace 30 años? Por ejemplo, el lomo de cerdo tiene la misma cantidad de grasa que una pechuga de pollo sin piel. La carne de cerdo está repleta de aminoácidos, vitaminas y minerales esenciales que tu familia necesita, tan sólo 85 g de lomo de cerdo tienen 24 g de proteína con sólo 159 calorías. Para lograr esa cantidad de proteínas necesitarías comer: 6 cucharadas de mantequilla de maní (564 calorías), 1 1⁄2 taza de frijoles negros cocidos (342 calorías) o 4 huevos (312 calorías).

Pork ham

(Pierna de cerdo)

Corte ideal para hornear, preparar jamones, glasear, marianar, siempre y cuando lo cocines a baja temperatura por un tiempo prolongado, perfecto para acompañar con algunas frutas asadas como manzanas, piñas, duraznos. Si decides cocinar con menos cantidad es ideal para realizar estofados que se llevarán muy bien con algunas legumbres o cereales.

Pork loin

(Lomo de cerdo)

Ya sea que lo encuentres con o sin hueso, la primera sugerencia que te hago es que no lo sobrecocines, prepara este corte magro a una tempertatura interna de 63°C (término medio), para que aprecies su jugosidad sin perder valiosos nutrientes. Puedes cocinarlo entero o en medallones, acompañado de un puré de papas o camote, le queda genial el cous cous, la quinoa o también puedes saltearlo en cubos, al mejor estílo asiatico, con pimientos, cebollas chinas, brócolis, brotes de soya y algún que otro vegetal que tengas en tu refrigeradora.

Pork ribs

(Costillas de cerdo)

Mi sugerencia es que las puedas marinar antes de cocinarlas con mostaza, miel, salsa bbq o algunos productos secos que tengas en tu alacena como paprika, ajo y cebolla en polvo, sal y pimienta. Un acompañamiento ideal puede ser algún chutney en base a frutos rojos y mi preferido: la ensalada de coleslaw.

Carne vacuna

Es importante que sepas que cuando hablamos de “proteínas de alta calidad”, la mitad de los ácidos grasos que se encuentran en la carne vacuna son ácidos grasos monoinsaturados, el mismo tipo que se encuentra en el aceite de oliva o en la palta, el cual mejora los niveles de colesterol en tu sangre. Y como ya sabemos: “lo bueno siempre viene en envase chico”, con tan sólo 85 g de carne obtienes 10 nutrientes esenciales, incluída aproximadamente la mitad de tu valor diario de proteínas. Con la misma cantidad de carne tendrías que comer 226 g de pechuga de pollo para obtener la misma cantidad de hierro que te ofrece la carne vacuna.

Tri Tip

(Colita de cuadril Colita de cadera)

Guarda el secreto de ser el sexto corte más suave de la res, es perfecto para cocinarlo a la parrilla o al horno, le viene muy bien las hierbas frescas que aportarán su sabor durante su cocción, me encanta prepararlo con vegetales asados al mismo tiempo que se cocina la carne, así aprovecharás la cocción para hacerlo todo de una vez.

Top sirloin

(Picanha | Punta de anca)

Es fantástico prepararlo entero para una comida familiar y condimentarlo sólo con sal ya que la famosa grasa que tiene en uno de sus costados, una vez que funda en cocción le dará un sabor increíble y personal. Lo mejor es acompañarlo con una buena ensalada de varias hojas verdes como: rúcula, espinaca, berros, lechugas y alineadas con una vinagreta de limón y aceite de oliva. Justamente la acidez del limón hará contrarrestar la presencia natural de la grasa que tiene el corte.

Strip loin

(Bife angosto | Lomo ancho chatas)

Personalmente, uno de mis cortes favoritos, me encanta prepararlo a la sartén con un poco de mantequilla fundida que le voy agregando con una cuchara por encima de la carne mientras se va cocinando. Pero a la hora de elegir una guarnición me voy por unos espárragos o champignones grillados y también una ensalada de tomates cortados en gajos, con láminas de cebolla, un puñado de choclitos americanos y un buen aliño con aceite de oliva, mostaza y vinagre balsámico. No sólo me gusta hacerlo, también sé que estoy disfrutando de una preparación muy saludable y eso me hace sentir bien.

Así que ya sabes, cuando de Carnes Rojas Americanas se trata, tienes en tus manos una proteína de la mejor calidad, que te permitirá disfrutar de su delicioso sabor, pero es importante que puedas combinarla de manera equilibrada para que puedas transformar esos extraordinarios bocados, en Placeres Saludables.

Nicolás
Diaz

Chef Ejecutivo
U.S. MEAT EXPORT FEDERATION SUDAMÉRICA