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En estos días estaba haciendo un recuento de lo que fue la década pasada en Sudamérica y que acontecimientos relacionados al mundo de la carne fueron los más importantes, se me vinieron varios candidatos a la mente, pero quizás el más notorio (y estoy seguro vamos a coincidir) fue la proliferación de emprendimientos y propuestas de hamburguesas.

Si bien ya existían locales especializados nunca las hamburguesas llegaron a tal punto de sofisticación y variedad como los registrados en la década del 2010. En alguna oportunidad sostuve que estabamos en un proceso de re enamoramiento con las hamburguesas, un amor que siempre estuvo, pero que también necesitaba reinventarse, y hoy, esta relación está mejor que nunca.

Siguiendo el mismo juego mental, lo que imagino será lo más destacado en esta nueva década, creo firmemente sin temor a equivocarme, que la estrella será la “charcutería” pasará un proceso similar al fenómeno ocurrido con las hamburguesas, reiventándose.

En estos días estaba haciendo un recuento de lo que fue la década pasada en Sudamérica y que acontecimientos relacionados al mundo de la carne fueron los más importantes, se me vinieron varios candidatos a la mente, pero quizás el más notorio (y estoy seguro vamos a coincidir) fue la proliferación de emprendimientos y propuestas de hamburguesas.

Si bien ya existían locales especializados nunca las hamburguesas llegaron a tal punto de sofisticación y variedad como los registrados en la década del 2010. En alguna oportunidad sostuve que estabamos en un proceso de re enamoramiento con las hamburguesas, un amor que siempre estuvo, pero que también necesitaba reinventarse, y hoy, esta relación está mejor que nunca.

Siguiendo el mismo juego mental, lo que imagino será lo más destacado en esta nueva década, creo firmemente sin temor a equivocarme, que la estrella será la “charcutería” pasará un proceso similar al fenómeno ocurrido con las hamburguesas, reiventándose.

Cuando de charcutería hablamos seguramente lo primero que se nos viene a la mente es el cerdo como materia prima y el amplio abanico de salchichas, salchichones, chorizos, longanizas, mortadelas, morcillas, el roastbeef, el pastrami, el salami, los patés, como también jamones, fuet y la lista continúa.

Creo que estos productos tienen un gran potencial de desarrollo debido a que año tras año el consumo de carne de cerdo en Sudamérica está aumentando considerablemente, el cerdo es el nuevo favorito! Lo cual recae también en sus productos derivados.

Cuando de charcutería hablamos seguramente lo primero que se nos viene a la mente es el cerdo como materia prima y el amplio abanico de salchichas, salchichones, chorizos, longanizas, mortadelas, morcillas, el roastbeef, el pastrami, el salami, los patés, como también jamones, fuet y la lista continúa.

Creo que estos productos tienen un gran potencial de desarrollo debido a que año tras año el consumo de carne de cerdo en Sudamérica está aumentando considerablemente, el cerdo es el nuevo favorito! Lo cual recae también en sus productos derivados.

Desde hace un tiempo veo como fenómeno, pequeños emprendimientos de fabricación artesanal de embutidos de alta calidad que promocionan sus productos en redes sociales, también las tiendas especializadas están empezando a incorporar propuestas al mismo ritmo que aumenta la oferta de productos en lasgóndolas de los supermercados.

En cuanto a los restaurantes, siento que somos el actor protagónico del cual se espera mucho no sólo por el rol de generador de experiencias, más importante aún por la influencia que éste ejerce en cuanto a las tendencias y los nuevos hábitos de consumo. Generalmente, si un sabor o una combinación nos gustó en un restaurante, trataremos de buscarlo y replicarlo en casa.

Desde hace un tiempo veo como fenómeno, pequeños emprendimientos de fabricación artesanal de embutidos de alta calidad que promocionan sus productos en redes sociales, también las tiendas especializadas están empezando a incorporar propuestas al mismo ritmo que aumenta la oferta de productos en lasgóndolas de los supermercados.

En cuanto a los restaurantes, siento que somos el actor protagónico del cual se espera mucho no sólo por el rol de generador de experiencias, más importante aún por la influencia que éste ejerce en cuanto a las tendencias y los nuevos hábitos de consumo. Generalmente, si un sabor o una combinación nos gustó en un restaurante, trataremos de buscarlo y replicarlo en casa.

En ese sentido hay un largo camino por recorrer, pensemos que realizar una charcutería propia o bien confiar en esos pequeños y artesanales emprediemientos, nos puede permitir, por un lado, optimizar los recursos (mermas) siendo más rentables y por otro tener una carta que nos diferencie y posicione en una categoría superior, esto lo percibe un comensal cuando nota que el restaurante produce su propio pan o tiene de aliados, proveedores artesanales que cuidan el detalle de su producción.

Hace unas semanas leía una nota muy interesante de un periódico argentino sobre cuales serán las tendencias de franquicias que mayor crecimiento van a tener este año, nombraban cuatro unidades de negocios, de las cuales dos de ellas eran alimentos y una en especial me llamó mucho la atención porque eran los “choripanes gourmet”, me he criado en Argentina comiendo choripanes y pensé: “¿cómo no se me ocurrió esto antes?”.

No debemos olvidarnos que son las nuevas generaciones las que están transformando y demandando el consumo de una charcutería de “calidad”, para lo cual como en todo, necesitamos empezar con materia prima de alta calidad. En nosotros está el poder lograr un producto de innovación, respetando los sabores naturales y realizando combinaciones novedosas. La charcutería al estar tan ligada al cerdo nos permite crear un sinfin de variantes y oportunidades, porque ya bien sabemos que al cerdo casi todo le sienta bien. Al igual que en la década pasada con las hamburguesas, este gigante que por momentos parece dormido, despertará y comenzará a brillar con luz propia y nos recordará que la buena charcutería también está en nuestros genes, cuando generaciones pasadas trajeron de Europa esos manjares que constituyen un auténtico patrimonio cultural del sabor.

No debemos olvidarnos que son las nuevas generaciones las que están transformando y demandando el consumo de una charcutería de “calidad”, para lo cual como en todo, necesitamos empezar con materia prima de alta calidad. En nosotros está el poder lograr un producto de innovación, respetando los sabores naturales y realizando combinaciones novedosas. La charcutería al estar tan ligada al cerdo nos permite crear un sinfin de variantes y oportunidades, porque ya bien sabemos que al cerdo casi todo le sienta bien. Al igual que en la década pasada con las hamburguesas, este gigante que por momentos parece dormido, despertará y comenzará a brillar con luz propia y nos recordará que la buena charcutería también está en nuestros genes, cuando generaciones pasadas trajeron de Europa esos manjares que constituyen un auténtico patrimonio cultural del sabor.

Exportadores de carne vacuna americana

Nicolás
Diaz

Chef Ejecutivo
U.S. MEAT EXPORT FEDERATION
SUDAMÉRICA

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